

Conversaciones
Acerca de acervos de arquitectura mexicana
About Mexican Architectural Collections
A&P continuidad
Universidad Nacional de Rosario, Argentina
ISSN: 2362-6089
ISSN-e: 2362-6097
Periodicidad: Semestral
vol. 12, núm. 23, 2025
Recepción: 05 septiembre 2025
Aprobación: 13 octubre 2025

CÓMO CITAR: Noelle Gras, L. y Nascentes Cabral, M. C. (2025). Acerca de acervos de arquitectura mexicana. A&P Continuidad, 12(23). https://doi.org/10.35305/23626097v12i23.547
Resumen:
Al concebir este número temático sobre las colecciones de arquitectura y urbanismo latinoamericano, los editores invitados decidimos abrir la convocatoria a todos aquellos que pudieran compartir sus reflexiones y experiencias con sus respectivas colecciones, sin favorecer la elección de ninguna institución en particular. El nombre de Louise Noelle surgió como una opción unánime. A lo largo de su prolífica trayectoria, Noelle no ha trabajado específicamente con ninguna colección, pero precisamente por ello, pudo aportar una perspectiva más amplia, a la vez que se involucraba en la comprensión y la protección de las colecciones. Comparte con nosotros esta labor como investigadora, docente, crítica y defensora del patrimonio local e internacional. En esta breve conversación, Louise Noelle nos cuenta sobre la historia de los archivos de arquitectura de la Ciudad de México. Describe diversas colecciones y su contenido disponible, tanto a nivel institucional como en las colecciones de grandes arquitectos del siglo XX, su área de especialización. También describe el proceso de creación y desarrollo del actual Archivo de Arquitectura Mexicana en la Universidad Nacional Autónoma de México, que acompañó indirectamente. Finalmente, aborda con tristeza la expatriación de las colecciones de importantes arquitectos mexicanos.
Palabras clave: arquitectura del siglo XX, Universidad Nacional Autónoma de México, expatriación de acervos, México.
Abstract:
When conceiving this thematic issue on Latin American architecture and urbanism collections, the guest editors decided to open the call to anyone able to share reflections and experiences related to their respective collections, without favoring any particular institution. The name of Louise Noelle emerged as a unanimous choice. Throughout her prolific career, Noelle has not worked specifically with any single collection; it is precisely for this reason that she could offer a broader perspective while remaining deeply engaged in the understanding and protection of collections. She shares with us this work as a scholar, teacher, critic, and advocate for both local and international heritage. In this brief conversation, Louise Noelle discusses the history of architectural archives in Mexico City. She describes various collections and the materials they make available, both at the institutional level and within the holdings of major twentieth-century architects, this is her area of specialization. She also outlines the creation and development of the current Archive of Mexican Architecture at the National Autonomous University of Mexico, a process in which she indirectly took part. Finally, she addresses with sorrow the expatriation of the collections of important Mexican architects.
Keywords: twentieth-century architecture, National Autonomous University of Mexico, collection expatriation, Mexico.
Louise Noelle Gras. Me da mucho gusto tener esta entrevista para la revista A&P Continuidad, de Argentina, en interlocución con Brasil. Debo iniciar señalando que en México no existe solo una organización, hay varias instituciones que se han ocupado de los archivos. La primera institución que tuvo archivos con algunos importantes arquitectos y obras es la Dirección de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, INBAL. Estos consisten en planos, dibujos y algunas fotos, y los primeros son los del Palacio de Bellas Artes, tanto del arquitecto Adamo Boari de 1904, como de Federico Mariscal en 1930, para concluir el Palacio de Bellas Artes, así como otros archivos. No los tienen muy ordenados, por lo que no son de fácil consulta. A partir de un cierto momento, estas condiciones, ya no favorecieron el que los arquitectos quisieran donar allí sus archivos.

MCNC. ¿Los archivos conservan documentación relacionada con la arquitectura del siglo XIX, es decir, anterior al siglo XX?
LNG. Es muy poco lo que se encuentra en archivos, del siglo XIX, salvo en la Dirección de Arquitectura del INBAL. La información de ese periodo se puede buscar en el Archivo General de la Nación, revisando documentación de la Presidencia o las Secretarías de Estado en torno a las obras por ellos emprendidas, pero no está organizado bajo el punto de vista de la arquitectura.
MCNC. ¿Se conserva algún fondo documental del municipio, como registros de obras públicas?
LNG. Existe un Registro Público de la Propiedad, donde se supone que queda registrado lo que se construye, pero no está completo.
MCNC. ¿Hay alguna política pública orientada específicamente a la preservación de colecciones arquitectónicas?
LNG. No hay una política pública de conservación de archivos que no sean oficiales. Estos los han ido conservando y cuidando, diferentes instituciones, algunas públicas como lo son las universidades, otras privadas como universidades o instituciones específicas, todas más o menos fáciles de consultar. Encontramos, en el ámbito privado, el Instituto Tecnológico de Monterrey con las fotos del archivo de Mario Pani, la Universidad La Salle con el archivo de Vladimir Kaspé y la Universidad Iberoamericana, con algunas colecciones de arquitectura y un muy buen archivo de historia. El Centro de Estudios de Historia de México Carso, llamado inicialmente Centro Condumex, tiene un excelente conjunto bien organizado de documentos especialmente de historia. En el terreno de lo público, la Universidad Autónoma Metropolitana, UAM Azcapotzalco, tiene varios fondos, pero de difícil consulta.
Asimismo, se da el caso de algunos arquitectos que, ellos o sus descendientes, han conservado los archivos. Uno de ellos es Ricardo Legorreta, en el taller de Legorreta Arquitectos, donde tienen todo muy bien ordenado y facilitan las consultas. También está la oficina de Pedro Ramírez Vázquez, con un acervo muy importante por su participación en diversas actividades culturales y políticas; es un buen archivo, ordenado, pero tiene un costo consultarlo.
En cuanto a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) custodia diversos archivos. El Instituto de Investigaciones Estéticas, posee una colección fotográfica extraordinaria, con una buena parte consultable en línea, además, de un buen archivo de documentos, con algunos en línea. El Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación tiene un buen archivo sobre la construcción de la Ciudad Universitaria. Otro archivo importante es el de la Escuela Nacional de Artes Pláticas, actualmente Facultad de Arte y Diseño. Debemos recordar que arquitectura y arte formaron parte de la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos, desde la época virreinal, por lo que resguarda con una muy buena colección del siglo XIX, sobre todo de artes plásticas.
El mejor para arquitectura es, sin duda, el Acervo de Arquitectura Mexicana de la Facultad de Arquitectura, que tiene más de 40 colecciones de arquitectos o de algunas instituciones; está muy bien ordenado y organizado, aunque no ha tenido el presupuesto para tener todo en línea, algunos archivos están digitalizados y es accesible para quienes busquen información o deseen hacer investigación. En cuanto al acervo de la antigua academia de artes, la Facultad de Arquitectura posee primordialmente información sobre profesores y clases, no contiene planos y se localiza en un sitio diferente al del siglo XX.
MCNC. ¿Podrías comentarnos brevemente sobre la creación del archivo de arquitectura de la UNAM sobre arquitectura mexicana?
LNG. El Archivo de Arquitectos Mexicanos, su primer nombre, actualmente Acervo de Arquitectura Mexicana, inició alrededor del año 2002 con Felipe Leal como director de la facultad, quien se dio cuenta de la necesidad de contar con un archivo. En ese momento existían las donaciones de dos muy importantes arquitectos: José Villagrán García, considerado el padre de la arquitectura moderna en México, y Mario Pani, quien había donado muchos de sus planos, después de haber perdido una parte en una inundación.
Con la llegada del archivo de Augusto H. Álvarez, Felipe Leal designó a la doctora Lourdes Cruz para consolidarlo. Después de visitar algunos archivos, esta investigadora realizó una labor enorme durante 20 años, para conseguir fondos y organizar el acervo. Hoy en día la responsable es la doctora Eliza Drago, con más de 40 colecciones que van en aumento. Para donar un repositorio, es necesario hacer la propuesta al Comité de Archivos, que evalúa la calidad tanto del arquitecto como del acervo que se ofrece.
MCNC. ¿La UNAM cuenta con políticas internas para la publicación de fondos? ¿Cómo se divulgan?
LNG. La UNAM no cuenta con este tipo de políticas. Las publicaciones de lo existente en los archivos, provienen de los investigadores interesados en algún tema. En algunos casos, como el de Augusto H. Álvarez, hubo un acuerdo con sus hijos quienes hicieron la donación, para que se publicara un libro, que estuvo a cargo de Lourdes Cruz. En otros casos, después de hacer una publicación, el arquitecto o sus herederos deciden donar el archivo, como sucedió con Joaquín Álvarez Ordóñez o con los herederos de Boris Albin.
MCNC. ¿Se articula alguna forma de cooperación entre el archivo y la Facultad de Arquitectura que permita integrar el fondo documental en procesos de enseñanza e investigación?
LNG. El archivo ha sido, por una parte, el origen de diversas exposiciones tanto en la propia facultad como en otros espacios museísticos. Por la otra, profesores e investigadores solicitan ilustraciones de planos, documentos y fotos, ya sea para dar una conferencia o impartir una clase. Además, en la UNAM existe la obligación de realizar el Servicio Social antes de poder graduarse, por lo que alumnos de la Facultad de Arquitectura optan por cumplir esas horas de trabajo en el archivo.
MCNC. ¿Qué profesionales trabajan en el archivo y cuál es su trayectoria formativa? ¿Cómo se mantienen en la institución? ¿Quiénes conforman el equipo responsable de su gestión?
LNG. En el Acervo de Arquitectura Mexicana, trabajan académicos de la Facultad de Arquitectura, designados temporalmente a esas labores. Están encabezados por la responsable y desarrollan diversas tareas de investigación, restauración, fotografía o informática. Los alumnos que hacen sus prácticas en el archivo apoyan en estas acciones.
MCNC. ¿El acervo arquitectónico del archivo incluye profesionales de la Ciudad de México y otras regiones del país?
LNG. Casi todos los archivos son de la Ciudad de México, porque durante mucho tiempo los arquitectos importantes vivían en la capital. Hoy en día hay muy buenos arquitectos en otras regiones, que todavía viven; algunas instituciones como la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo o la Universidad Autónoma de San Luis Potosí han iniciado recientemente sus propios archivos.
MCNC. ¿Qué tipo de cosas se almacenan? ¿Se archivan los trabajos de los estudiantes?
LNG. Los trabajos de alumnos, los conservaron los alumnos, las tesis se guardan en los repositorios de tesis. En el archivo de la antigua academia se encuentra, por ejemplo, el acta de fundación de la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos de 1781. Consiste en los documentos fundacionales que mandó el Rey de España, también algunos temas como el envío de dinero para su manutención o la llegada de directores y profesores: pintores, escultores, grabadores y arquitectos.
MCNC. ¿Todos ellos tienen alguna relación con la historia de la ciudad y el arte?
LNG. En el siglo XIX, la arquitectura no estaba vinculada a las universidades, sino a las academias. La célebre Académie des Beaux-Arts de París reunía disciplinas como las bellas artes, la arquitectura e incluso la música; aunque en México, a diferencia de Francia, la música no formaba parte de esta estructura. Como ocurría en muchos países, estas disciplinas solían compartir el mismo edificio institucional hasta mediados del siglo XX.
Aunque este tema no se relaciona directamente con los archivos, es sabido que en familias de prestigio, muchos padres preferían que sus hijos estudiaran ingeniería, ya que esta carrera gozaba de mayor reconocimiento social al otorgar un título universitario. En cambio, la arquitectura, al estar integrada en las escuelas de bellas artes, era percibida con menor renombre académico.
MCNC. Pero claro, la colección está formada por documentos que forman parte de la historia de esa ciudad.
LNG. Forman parte de la historia de la Academia y por ende de las ciudades mexicanas.
MCNC. Digo ‘a través de la ciudad’ porque la ciudad está moldeada por la obra de los arquitectos y su contexto histórico. El archivo sirve como mediador esencial para nuestra comprensión de diversos aspectos.
Desde la década de 1980, y especialmente ahora, hemos visto la expatriación de muchas colecciones. ¿Qué opinas al respecto? ¿Dónde debería residir el archivo de un arquitecto?
LNG. A lo largo del tiempo, distintas circunstancias han propiciado que archivos fotográficos, libros y documentos salieran del país. En México, los diversos conflictos armados llevaron a muchas personas a emigrar con sus pertenencias, entre ellas un número considerable de expedientes. Uno de los espacios donde muchos de estos materiales han sido reunidos y preservados es la Universidad de Texas en Austin, específicamente en la Benson Latin American Collection Library, que resguarda fotografías, planos y una gran cantidad de publicaciones. Es lamentable que muchos de estos archivos ya no se encuentren en México; sin embargo, entendemos que su salida obedeció a diversas circunstancias históricas y personales, y reconocemos que han sido resguardados con cuidado en instituciones extranjeras. Desafortunadamente, en la actualidad, varias personas optan por vender sus acervos a la Universidad de Texas en Austin, principalmente porque ofrece pagos en dólares, mientras que en México no existen mecanismos consolidados de adquisición ni incentivos económicos para preservar estos fondos en el país.
MCNC. ¿La Universidad de Austin sigue adquiriendo archivos?
LNG. En efecto, hoy en día continúa la adquisición de archivos latinoamericanos por parte de instituciones extranjeras. Un caso reciente, aunque no relacionado con la arquitectura, es el del archivo del escritor Gabriel García Márquez, quien vivió en México y escribió aquí la totalidad de su obra. Tras su fallecimiento, el archivo fue adquirido por la Universidad de Texas en Austin, lo que generó debate en torno al destino de acervos culturales de gran relevancia.
En el ámbito de la arquitectura, uno de los casos más sensibles ha sido el del archivo profesional de Luis Barragán. Este conjunto documental fue adquirido por la empresa suiza Vitra, especializada en diseño, y desde entonces ha permanecido fuera del país. La gestión del acervo ha estado a cargo de la doctora Federica Sanco, y su acceso ha sido limitado debido a los altos costos asociados a la consulta y reproducción de materiales, lo que ha dificultado la difusión y el estudio de la obra de Barragán en México. Otro caso complejo es el de Félix Candela. En 1970, el arquitecto dejó México para ejercer como profesor en los Estados Unidos, y con él trasladó su archivo personal. Actualmente, dicho acervo se encuentra distribuido entre las universidades de Columbia y Princeton, lo que ha dificultado su consulta desde México y ha limitado el acceso directo a una parte fundamental de la historia de la arquitectura moderna en el país. Este tipo de situaciones resultan poco afortunadas, ya que en muchos países receptores no existe un interés sostenido por arquitectos de otras latitudes. Para los investigadores mexicanos, además, el acceso a estos acervos se ve limitado por los altos costos de traslado, estancia y reproducción en el extranjero. Por ello, en la práctica, quienes realizan trabajo de archivo suelen recurrir al Acervo de Arquitectura Mexicana, publicando a partir de los materiales disponibles en el país.
En este sentido, no es deseable que los archivos se expatrien, ya sea por prestigio o por razones económicas, pues ello genera obstáculos concretos para el acceso y la investigación por parte de la comunidad académica local. La permanencia de estos acervos en México es fundamental para fortalecer la producción de conocimiento desde una perspectiva nacional y garantizar el derecho a la memoria cultural.
MCNC. La comunidad pierde su historia e identidad.
LNG. En efecto, además de estar dispersos en distintas instituciones y entidades, los archivos se encuentran fragmentados, lo que complica su localización y dificulta las consultas por parte de investigadores y estudiantes.
MCNC. Desde que comenzó su carrera investigadora, ¿ha notado algún cambio o desarrollo significativo en los archivos? ¿Qué archivos han sido más importantes para su carrera y por qué?
LNG. Me inicié en la investigación en 1980, hace ya 45 años, en un contexto en el que prácticamente no existían archivos especializados en arquitectura ni repositorios digitales. En aquel entonces, eran pocas las personas que se dedicaban a la investigación de tiempo completo. Para acceder a la información, era necesario acercarse directamente a los arquitectos y revisar sus archivos personales en sus propias oficinas, cuando aún estaban vivos. Hoy en día, muchos de esos acervos han sido resguardados por distintas instituciones y son consultables, lo que ha facilitado enormemente el trabajo de las nuevas generaciones de investigadores. Lo mismo ocurre con la consulta de revistas especializadas, que contienen valiosa información de época. Gracias al trabajo del arquitecto Carlos Ríos, quien digitalizó la mayoría de las publicaciones del siglo XX, ahora es posible acceder a ellas en línea a través de la página de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Esta labor ha sido fundamental, ya que anteriormente no siempre era sencillo localizar todos los números.
MCNC. Has visto prácticamente todo el crecimiento de esta organización.
LNG. Totalmente, y en la actualidad existen muchas más fuentes primarias de información.
MCNC. ¿Seguiste la formación de archivos en México y en el extranjero, como el Centro Canadiense de Arquitectura (CCA), y cuáles otros?
LNG. De cierta manera, he sido testigo del crecimiento de varias instituciones dedicadas a la preservación y estudio del patrimonio arquitectónico, entre las que destaca también el Getty Center, por su papel fundamental en la investigación, conservación y difusión de acervos culturales.
MCNC. ¿Y has tenido la oportunidad de consultar también estos archivos?
LNG. El del Getty Center sí lo he consultado, no así el del CCA. Donde he investigado es en la Universidad de Texas en Austin. Dos veces he contado con una beca de 15 días de la UNAM para revisar revistas latinoamericanas. De la misma forma, estuve en Brasil donde tuve la oportunidad de una estancia en el Archivo de la Universidad Federal de Río de Janeiro
MCNC. ¿Cuáles son, en su opinión, las perspectivas futuras de las colecciones de arquitectura en México y otros países de América Latina?
LNG. Creo que las colecciones van por un buen camino, aunque algunas instituciones tienen mayores fondos para digitalizar y poner en línea los acervos, lo que facilita las consultas. No siempre se muestran imágenes de alta calidad, pero es un importante auxilio. En mi caso, el Archivo Fotográfico del Instituto de Investigaciones Estéticas ha sido un gran apoyo.
Otro archivo importante, no solo de arquitectura, es el de la Academia de Artes. Posee un valioso acervo, más de cuatro mil grabados del Taller de Gráfica Popular, obras de arte y una buena cantidad de materiales, donde destacan los que legó de Juan O’Gorman.
MCNC. ¿El archivo fotográfico del Instituto de Investigaciones Estéticas contiene imágenes de obras de arte?
LNG. Contiene fotografías de época y recientes de obras de arte, de arquitectura, de diversos temas, que poco a poco se ha ido poniendo en línea. Por ejemplo, está el archivo de Guillermo Kahlo, padre de Frida Kahlo, un gran fotógrafo que retrató muchos monumentos y edificios entre 1900 y 1930. Además, los primeros investigadores de arte y arquitectura virreinal, y del siglo XIX del Instituto de Investigaciones Estéticas mandaron tomar fotos para sus publicaciones, las que se han conservado y colocado en línea.
MCNC. Varios investigadores ya han donado sus archivos a instituciones. ¿Cuál es su opinión sobre si los archivos de los investigadores deberían considerarse independientes o integrarse con los archivos de los arquitectos?
LNG. Creo que depende de la institución. Me parece importante que, si un investigador adquirió fotos, planos y libros, los pueda donar. Las instituciones son las que deciden, con respecto al espacio y facilidades de conservación que es los que pueden recibir, además deberán tomar en cuenta la relevancia que pueda tener esa donación.
MCNC. ¿Hay algo más que quieras añadir para concluir la entrevista?
LNG. Me preocupa profundamente lo que ocurre hoy en día con los archivos. Considero fundamental saber cómo se gestionan y hacia dónde se dirigen, ya que son esenciales para conservar la memoria colectiva. Muchos edificios se pierden o son restaurados de manera incorrecta, lo que evidencia la necesidad de contar con documentación fidedigna. En procesos de restauración, los archivos, planos y fotografías son herramientas clave para garantizar intervenciones adecuadas. Este tipo de repositorios, tanto para la creación artística como arquitectónica, son de gran relevancia. Afortunadamente, han ido creciendo poco a poco y hoy son cada vez más accesibles gracias a su digitalización y disponibilidad en línea, lo cual me parece un avance extraordinario.
MCNC. Gracias por concedernos esta entrevista.
LNG. Me da mucho gusto que esta publicación vea la luz. Aunque no se diga explícitamente, puede despertar la conciencia de muchos investigadores, futuros investigadores y arquitectos sobre la importancia de conservar sus archivos. Ojalá este trabajo contribuya a evitar que se sigan perdiendo acervos valiosos, que muchas veces terminan en la basura por desconocimiento de su valor histórico y cultural.
Notas de autor
https://orcid.org/0000-0001-8288-2665
Profesora asociada, y jefa, del Departamento de Historia y Teoría de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UFRJ) y del Programa de Posgrado en Urbanismo (PROURB). Presidenta del Consejo del Centro de Investigación y Documentación (NPD FAU UFRJ). Coautora del libro: Presencia Extranjera: Arquitectura en Río de Janeiro (1905-1942), entre otras publicaciones.
https://orcid.org/0000-0002-6997-2284
mariacristinacabral@fau.ufrj.br
Información adicional
CÓMO CITAR: Noelle Gras, L. y Nascentes Cabral, M. C. (2025). Acerca de acervos de arquitectura mexicana. A&P Continuidad, 12(23). https://doi.org/10.35305/23626097v12i23.547
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