Ensayos

Problemas y desafíos en la localidad de Kennedy (Bogotá, Colombia)

Problems and challenges in Kennedy (Bogota, Colombia)

Yeimy Carolina Agudelo Hernández (*)
Alcaldía Local de Kennedy, Bogotá, Colombia

A&P continuidad

Universidad Nacional de Rosario, Argentina

ISSN: 2362-6089

ISSN-e: 2362-6097

Periodicidad: Semestral

vol. 8, núm. 14, 2021

aypcontinuidad@fapyd.unr.edu.ar

Recepción: 05 Abril 2021

Aprobación: 03 Junio 2021



DOI: https://doi.org/10.35305/23626097v8i14.309

CÓMO CITAR : Agudelo Hernández, Y. C. (2021). Problemas y desafíos en la localidad de Kennedy (Bogotá, Colombia). A&P Continuidad, 8(14). doi: https://doi.org/10.35305/23626097v8i14.309

Resumen: El ensayo trata de responder a una serie de interrogantes provocados por el cambio climático y que fueron exacerbados por la emergencia sanitaria del COVID-19. Se presenta la problemática particular de Kennedy, una de las localidades más grandes dentro de la ciudad de Bogotá que, al mismo tiempo que sostenía los mayores niveles de contagio de la ciudad-capital, tenía que resolver el abastecimiento de alimentos a nivel multiescalar (local, regional y nacional) por ser el emplazamiento de la central comercial agrícola más importante del país. Luego de exponerse los motivos que llevaron a esta situación, vinculados en forma directa con el rol de garantizar la seguridad alimentaria, se explicita la forma en que la alcaldía decidió enfrentarla. Se identifican los obstáculos y los desafíos que derivaron de este proceso que aún continúa, y se reconocen los principales saldos positivos: un mejor conocimiento del territorio y una reactivación de las redes comunitarias. Finalmente, con el objetivo de gestionar la incertidumbre, se plantea la necesidad de apuntar a una reactivación económica verde que, además de beneficios económicos, genere beneficios ambientales y sociales; asimismo se postula una reestructuración y descentralización de las aglomeraciones urbanas, el abastecimiento y las vulnerabilidades.

Palabras clave: abastecimiento, pandemia, planificación urbana, seguridad alimentaria, vulnerabilidades.

Abstract: The essay deals with a series of questions arisen from the challenges triggered by climate change which, in turn, have been exacerbated by the health emergency of COVID-19. It does so introducing the particular difficult situation of Kennedy which is one of the largest localities within the city of Bogota: in the context of the highest contagion levels it has had to cope with the local, regional and national food provision since it is the most important agricultural commercial center in the country. After explaining the reasons leading to this situation that have been directly linked to the role played by Kennedy in securing food provision, the way in which the local government has made decisions to face this is addressed. The obstacles and challenges emerging from this ongoing process are identified; and, the main positive outcomes are recognized: a better knowledge of the territory and a reactivation of community networks. Finally, in order to manage uncertainty, not only the need of a green economic reactivation implying economic, environmental and social improvements but also a restructuring and a decentralization of urban agglomerations, supplies and vulnerabilities are proposed.

Keywords: supply, pandemic, urban planning, food security, vulnerabilities .

Introducción

La ciudad de Bogotá cuenta con veinte localidades a cargo de una alcaldesa mayor, y cada una de estas localidades está en cabeza de una alcaldesa o alcalde local con autoridad administrativa en el territorio, la cual ejerce un control territorial en el que hay una jurisdicción específica. Dentro de esas veinte localidades se encuentra Kennedy que tiene cerca de 1.250.000 habitantes y forma parte de una estructura administrativa desconcentrada.

Kennedy fue la primera localidad de la ciudad de Bogotá con más casos de contagios de COVID-19, lo que nos llevó a iniciar un proceso bastante particular debido a las dinámicas comerciales que existen dentro de nuestra localidad, porque contamos con la central de abastos más grande del país, que es Corabastos. Este es un mercado de economía mixta que funciona desde 1972 y es administrado por la Corporación de Abastos de Bogotá S.A. Es la central comercial agrícola pionera de Colombia y ocupa una superficie de 420.000 m2, en el suroccidente de la ciudad de Bogotá (Corporación de Abastos de Bogotá S.A., 2021). Es determinante para la seguridad alimentaria y nutricional, no solamente de la localidad, sino a su vez de Bogotá, y también de toda Colombia. La mayoría de la carga proveniente de diversas regiones del país destinada para el abastecimiento de alimentos pasa por Bogotá y por nuestra localidad, y la distribución está dada a nivel local, distrital y nacional, razón por la cual, la pandemia nos dejó en una circunstancia bastante compleja porque, alrededor de las economías de seguridad alimentaria, coexisten economías de sobrevivencia y todo tipo de actividades, generando líneas de aglomeración permanentes (Fig. 1).

Central Corabastos Kennedy, Bogotá, Colombia.
Figura 1
Central Corabastos Kennedy, Bogotá, Colombia.
Fuente: Equipo comunicaciones Alcaldía Local Kennedy.

¿Por qué Kennedy fue la localidad con más contagios?

La localidad hoy[1] tiene cerca de 35.899 casos de contagios, y pasamos por una época bastante complicada. Tenemos el 85% de recuperados y en seguimiento cerca de 15% de casos activos, lo que nos llevó a buscar las causas que estaban generando que la localidad fuera la primera con la cifra más alta de contagios dentro de Bogotá. La respuesta está en relación directa con las centrales de abastecimiento y las economías alrededor de estos grandes equipamientos, que generan todo tipo de acciones y actividades, y que no se detienen: es por su medio que se garantiza el abastecimiento para la localidad, la ciudad y el país. De este modo, esta zona de la localidad estuvo en funcionamiento de manera constante.

Razón por la cual, se tomó la decisión de que fuera el primer lugar en el que se realizara un control estricto para el cumplimiento de las medidas sanitarias. Se evidenciaron situaciones muy interesantes ya que la Central de Corabastos tiene muchísimos establecimientos de comercio, los cuales nunca habían estado sujetos a un control por parte de la alcaldía distrital. Es importante resaltar, que la Central de Corabastos tiene una junta directiva con presencia del Ministerio de Agricultura, del distrito a través de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y, por supuesto, cuenta con la presencia de los comerciantes.

Este control se dificultó por las diversas actividades que se realizan alrededor: los comerciantes informales, los comerciantes formales, los procesos de compra y venta en abastecimiento de grandes superficies, las personas de carga –que se encuentran en diversas condiciones socioeconómicas–, las ventas formales dentro del mismo espacio, las economías que se generan alrededor de la Central en los barrios cercanos, el reciclaje de oficio, entre otras. Todos estos actores están relacionados con las actividades que han permitido que estas cadenas de abastecimiento funcionen y crezcan dentro de la ciudad.

Estas fueron unas de las principales situaciones que la Secretaría Distrital de Salud logró identificar como modelos de contagio y cerco epidemiológico. Desarrollando estas actividades comerciales y de abastecimiento, resultaban inevitables las concentraciones y aglomeraciones de personas, cuestión que después se vio reflejada en mayores niveles de contagio.

Asimismo, tuvimos que enfrentarnos a una decisión que nunca había sido tomada en nuestra ciudad: realizar ejercicios de control en la Central de Corabastos que, si bien es cierto que tiene una participación privada, también tiene una participación pública, y fue necesario que el área de Salud interviniera en estos espacios.

Frente a esta problemática, se pensó entonces en varias opciones: cerrar pequeños establecimientos y puestos, cerrar las grandes bodegas, esto es, implementar restricciones y protocolos por puestos, por bodegas y por zonas, a fin de regular el funcionamiento en días alternados para reducir el aforo o capacidad que se produce en condiciones normales (Legis Ámbito Jurídico, 2020). Tuvimos que garantizar los controles de acceso al lugar, según la terminación del número de cédula o documento de identidad, según los números de puestos para unificar horarios. Asimismo, controlamos el ingreso de los vehículos que transportan la mercancía al interior de la Central según el número de la placa o patente. Los controles tuvieron en cuenta que en la Central el abastecimiento está dividido en grandes productos, en pequeños productos, y esos productos, referenciados según la zona donde se entregan. Con estas medidas se garantizaron tanto los controles como buenas prácticas de manufactura y biosanitarias (Figs. 2 y 3).

¿Qué significado tiene la pandemia?

La pandemia, que no ha pasado y por el contrario continúa, es uno de los problemas más críticos de la localidad, a pesar de que se ha venido avanzando, y se han podido implementar ejercicios de control del territorio. Es por ello que las medidas que se han tomado y las que se siguen tomando, si bien responden a una contingencia, implican que pensemos las ciudades desde una perspectiva en la que estemos preparados para este tipo de circunstancias. La pandemia nos muestra que tenemos una debilidad institucional de todo orden, en las bases de datos, en la organización territorial, en el ordenamiento territorial, en los ejercicios de control de tráfico, en los ejercicios de pensar las ciudades en términos de seguridad alimentaria, en el abastecimiento en relación a los grandes centros y puntos de aglomeración. Nos exige presentar una política pública de seguimiento a la salud.

Central Corabastos, Localidad de
Kennedy, Bogotá, Colombia.
Figuras 2 y 3.
Central Corabastos, Localidad de Kennedy, Bogotá, Colombia.
Fuente: Equipo Comunicaciones Alcaldía Local Kennedy.

Es así como la administración local comenzó a reflexionar sobre la manera en que se garantizan unos niveles de aglomeración menor. De este modo, muchas de las actividades de la Alcaldía Local estuvieron orientadas tanto a crear grupos interinstitucionales que evitaran las aglomeraciones en estos espacios, como a impulsar medidas y todo tipo de actividades biosanitarias, como lavado de manos, instalaciones de baños que antes no existían, tanto dentro como fuera de la Central. Se constató que estas medidas, finalmente, irradiaban al resto de la localidad y a la ciudad, y en muchas oportunidades, a otros centros de contagio a nivel nacional, en relación directa con el ingreso y la salida de cargas, que en su momento eran mayores y generaban una mayor vulnerabilidad de contagio. Entendemos, de esta manera, que es necesario realizar más ejercicios permanentes a nivel territorial.

Teniendo en cuenta lo anterior, la pandemia hizo que las poblaciones vulnerables tuvieran dificultades para el acceso al alimento, y eso implicó un esfuerzo institucional enorme, en el que todas las personas vinculadas a la administración tuvieron que desarrollar labores que nunca habían hecho, como llevar alimentos y kits humanitarios, vivienda a vivienda. Esto nos mostró la debilidad institucional de las bases de datos: por ejemplo, cómo llegar a las poblaciones en específico para lograr atender su vulnerabilidad. Pero también, expuso ciertas potencialidades enormes que desarrolló la administración local y la administración distrital, como es el conocimiento de su territorio, toda vez que ha tenido que ir casa a casa para realizar las entregas.

Es así como se comprendieron mejor las complejidades del territorio y de sus habitantes: las dinámicas propias en relación a cómo se desenvuelven los mismos, las economías que generan estas vulnerabilidades, pero que también, generan su sobrevivencia. En general, la pandemia ha ayudado a comprender múltiples retos, que son fundamentales cuando uno entiende las complejidades de cada territorio, y finalmente, concibe que las acciones deben ser conjuntas. Las alcaldías locales tenemos una labor inmensa para coordinar todas las actividades de todas las áreas distritales dentro de nuestro territorio.

¿Qué acciones y decisiones se han tomado?

Con el objetivo de garantizar acciones institucionales de todo orden para dar cuenta de esa emergencia sanitaria, que en su momento más álgido estuvo concentrada en nuestra localidad –como lo demuestran los grandes números de contagio– se realizaron Puestos de Mando Unificado (PMU) durante cerca de cien días. Debimos, también, bajar la velocidad del contagio porque, finalmente, las medidas de todas las instituciones estaban orientadas a disminuir esas velocidades de contagio principalmente en los círculos epidemiológicos que ya habíamos identificado, correspondientes a los focos de aglomeración impuestos por los ejercicios de abastecimiento dentro de nuestra localidad y nuestra ciudad. Por esta razón, manejamos constantemente actividades coordinadas en el territorio desde todos los órdenes, tanto en lo referido a las fuerzas de seguridad y orden, los organismos de seguridad del estado, así como las entidades que prestan servicios esenciales de salud, de acompañamiento en términos de vulnerabilidad, entre otras cosas. Y seguimos manejando y acompañando estas actividades.

¿Nos encontrábamos preparados para el crecimiento territorial y el impacto del cambio climático?

La metrópolis no se adecuaba a estas situaciones de incertidumbre y se podría decir que no estábamos preparados para la pandemia, que sin duda se encuentra en relación directa con el cambio climático. Lo que ha quedado claro, después de toda esta experiencia, es que la ciudad y muchos de los ejercicios de planificación de la ciudad, del distrito, de la localidad, no estaban pensados en términos de garantizar a la población el goce pleno y efectivo de sus derechos, sobre todo en estos momentos de crisis. Es por ello que debemos tener una consideración más amplia con el territorio, la cual nos permita articular las dinámicas propias de la crisis (ocasionada no solamente por la pandemia, sino también por el cambio climático, como decíamos más arriba), para así entender las vulnerabilidades de los seres humanos en relación a estas situaciones, permitiendo una cierta planificación en términos de riesgos.

Por ejemplo, fueron evidentes las debilidades de nuestra capacidad institucional en términos de ausencia de bases de datos y de sistemas de información geolocalizadas y georreferenciadas, que nos permitieran dar cuenta de los espacios territoriales y de las vulnerabilidades. Tanto es así que la entrega de ayudas humanitarias dentro de nuestra ciudad y nuestra localidad se hizo con un enfoque territorial que utilizaba mapas de pobreza y vulnerabilidades. Se utilizaron diversas estadísticas de identificación en diferentes zonas, estadísticas de la Secretaría Distrital de Hacienda en relación a la designación de los niveles de pobreza, los índices de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Con ello se establecieron unos equipos sobre el territorio: esta fue la forma de focalizar las entregas de ayudas humanitarias, porque lamentablemente no podíamos llegar a todo el territorio en general.

Con estos ejercicios de acompañamiento realizados en el territorio, se identificaron varias situaciones, como pobrezas y riquezas ocultas, pues existen economías que tienen ciertos focos que permiten, no solamente sobrevivir, sino vivir, e incluso, establecer una red de solidaridad con los otros. Sin embargo, esta pobreza nos permitió realizar las focalizaciones territoriales para ir a los lugares de mayor vulnerabilidad (Figs. 4 y 5) y abordar todo el territorio.

Barrio María Paz, Localidad de Kennedy,
Bogotá, Colombia.
Figuras 4 y 5
Barrio María Paz, Localidad de Kennedy, Bogotá, Colombia.
Fuente: Equipo Comunicaciones Alcaldía Local Kennedy.

Ahora bien, la pobreza esconde a personas que habitan en viviendas que están consolidadas, que cuentan con todo, y que aún así, dependen de estas economías porque la economía de la localidad es altamente informal. Cuando se presentó la pandemia, muchas de estas economías, que incluso estaban en estratificaciones mayores, sufrieron desbalances financieros fuertes, aun habitando en viviendas y áreas de gran consolidación y con todas las garantías de sus derechos, llegaron a no tener posibilidades reales de alimentarse. Y no podíamos llegar a estos territorios porque era necesaria una focalización a través de bases de datos que no teníamos, en las cuales se tuviera en cuenta estas formaciones particulares (la forma en que las personas desarrollan su actividad y su vida en el territorio).

Es por ello que se vio la necesidad de crear bases de datos donde la misma comunidad, mediante ejercicios de autofocalización, establecieran qué necesidades presentaban para poder cubrirlas y canalizarlas a través de las administraciones tanto locales como distritales, en el ejercicio pleno de la garantía de sus derechos.

De allí que se creó la página Bogotá cuidadora (Alcaldía Mayor de Bogotá D.C., s.f.)[2] donde las personas se inscriben; a esto nos referimos con autofocalización. En la medida en que registran cuáles son sus requerimientos y sus necesidades, realizamos un cruce con las bases de datos de todo el distrito que, de hecho, fueron construidas rápidamente porque solo existían bases de datos de entidades distritales, las cuales se encontraban desarticuladas (esto es, cada entidad manejaba una base diferente). Estas iniciativas permitieron que todas las bases de datos del distrito, de las localidades, se unificaran para poder garantizar la focalización con sentido de realidad, con el fin de llegar a las necesidades de aquellos más vulnerables y en crisis.

Por esta razón, atacar la pobreza oculta ha sido bastante complejo, pues hemos tenido dificultades en descubrirla, sobre todo en las propiedades horizontales. Por lo tanto, estos ejercicios de autofocalización han funcionado mejor cada vez, porque nos permiten poner en evidencia este tipo de lugares.

Ahora bien, nuestras ayudas, bajo el programa de Bogotá Solidaria en casa (Canal Institucional TV, 2020)[3], han consistido en tres principalmente. Primero se ofrecieron subsidios en especie; segundo, ayudas monetarias, y tercero, transferencia en bonos. Entregamos, entonces, cerca de noventa mil ayudas dentro de nuestra localidad, ayudas directas con entregas de kits alimentarios y de aseo, entregados puerta a puerta, con el apoyo de este cruce de base de datos y de información que fue recopilada en el territorio. Así pues, se han entregado transferencias monetarias directas –por supuesto, evaluando los niveles de vulnerabilidad para asignar esos montos específicos–, así como algunos programas de bonos para canjes en especie.

Como se mencionó anteriormente, en el reconocimiento del territorio, encontramos riquezas ocultas. Pudimos identificar lugares de focalización de las políticas sociales en áreas que se consideraban absolutamente vulnerables, pero en los que existían situaciones particulares que no lo eran tanto, gracias a la validación de esas economías de informalidad. Es desde esta focalización que tenemos que entender y comprender el territorio, acompañando en forma directa las actividades y las comunidades. Esto nos permite realmente hacer ejercicios de focalización para poder garantizar el pleno goce de los derechos.

¿Cómo construir capacidad de respuesta de los gobiernos en futuros inmediatos?

La pandemia nos llegó a todos de manera particular, muy rápidamente, y nos produjo incertidumbre a la hora de generar instrumentos y herramientas para garantizar los derechos. De alguna manera, puso a prueba a toda la administración, a toda la capacidad institucional para lograr que las políticas de salud pública, de planificación humana, de seguridad alimentaria puedan llevarse a cabo en el territorio, a fin de prevenir y controlar situaciones de incertidumbre. Y entonces, aquí resulta que, desde las experiencias vividas, pueden surgir herramientas que nos permitan acercarnos desde la institucionalidad mucho más al ciudadano, por medio de los ejercicios que nos permitieron generar redes de apoyo dentro del territorio para reconstruir el tejido social.

Para concluir, hoy entendemos que los ejercicios comunitarios de construcción del territorio se han dado en el marco de la globalización y de los procesos, por supuesto, de virtualización de la vida. Asimismo, la construcción de tejidos de solidaridad producidos en el marco de la pandemia ha permitido activar las redes comunitarias, garantizar que las prácticas de cultura ciudadana nos permitan cuidarnos de manera colectiva. Además, se ha hecho más evidente que cuidarnos a nosotros mismos, también implica cuidar al otro. Se trata de realizar ejercicios permanentes de cultura ciudadana y de pedagogía, de manera que creemos una nueva cultura en la que la salud sea el centro. Una cultura con la cual podamos tomar decisiones en relación a estas estrategias de construcción de redes.

Ahora bien, las transformaciones sociales no llegan solo por la voluntad de las administraciones, sino que surgen en el territorio y devienen de estas actividades y de ejercicios de incertidumbre que nos cambian las formas de cuidado, y también, la percepción de nuestro territorio y el modo en que lo habitamos. Es por ello que debemos garantizar una reactivación económica, para que estas vulnerabilidades que fueron evidenciadas por la pandemia puedan mitigarse y puedan garantizar construcciones nuevas que sean más verdes.

Teniendo en cuenta lo anterior, la construcción de estos espacios debe hacerse a partir de una reactivación económica verde, es decir, que responda al cambio climático, que responda a las vulnerabilidades ocasionadas por la pandemia y que nos permita garantizar a las comunidades, a la ciudadanía, el pleno goce de los derechos, a través de una disminución de los impactos ambientales. Organizarnos en la medida en que hoy nos permite el territorio, con estos tejidos comunitarios, construir nuevas formas, nuevas centralidades, nuevos ejercicios que generen mayores garantías para el goce de los derechos, incentivar y fortalecer una agricultura urbana resultan tareas decisivas.

Finalmente, hoy tenemos concentrado el abastecimiento y la seguridad alimentaria dentro de nuestra localidad, y los problemas derivados de esto, han demostrado que es necesario desconcentrar y descentralizar el abastecimiento y, asimismo, descentralizar las aglomeraciones, y por supuesto, las vulnerabilidades, lo cual nos permite poder garantizar la vida.

Referencias bibliográficas:

Corporación de Abastos de Bogotá S.A. (2016). Corabastos: nuestra historia. Disponible en: https://web.archive.org/web/20150604200031/http://www.corabastos.com.co/sitio/index.php?option=com_content&view=article&id=45&Itemid=135

Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. (s.f.). Bogotá cuidadora. Necesito apoyo. Disponible en: https://bogota.gov.co/bogota-cuidadora/#/assistance/assistance-info

Canal Institucional TV (2020). Consulta aquí si eres beneficiario de Bogotá Solidaria. Disponible en: https://www.canalinstitucional.tv/te-interesa/consulta-aqui-si-eres-beneficiario-de-bogota-solidaria#:~:text=La%20Alcald%C3%ADa%20de%20Bogot%C3%A1%2C%20desde,para%20cubrir%20sus%20necesidades%20b%C3%A1sicas

Legis Ámbito Jurídico (2020). Atención. Estos son los lineamientos básicos dados por la Alcaldía de Bogotá en los nuevos días de aislamiento obligatorio. Disponible en: https://www.ambitojuridico.com/noticias/general/administracion-publica/atencion-estos-son-los-lineamientos-dados-por-la-alcaldia

Notas

[1] Estas cifras se remontan a agosto de 2020, momento en que se produjo la conferencia que da origen a este artículo, en el marco del Seminario Latinoamericano sobre Áreas Metropolitanas, Salud Territorial e Incertidumbre, en modalidad virtual.
[2] Bogotá cuidadora es un programa de la Alcaldía Mayor de Bogotá, dispuesto en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19, para suministrar diferentes tipos de apoyo o ayuda a la comunidad que así lo requiera.
[3] El programa Bogotá solidaria en casa o Renta Básica Bogotá es otro de los Programas implementados por la Alcaldía Mayor de Bogotá al inicio de la cuarentena, que subsidia familias pobres o en condición de vulnerabilidad con el objeto de cubrir sus necesidades básicas.

Notas de autor

(*) Yeimy Carolina Agudelo Hernández. Alcaldesa Local de Kennedy, Bogotá, Colombia. Administradora Pública de la Escuela Superior de Administración Pública. Tecnóloga en Gestión de Talento Humano del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Actualmente, cursa una Maestría en Estudios Sociales en la Universidad Pedagógica Nacional.

Inició su vida laboral apoyando la interventoría a la implementación de la Política Pública de la Primera Infancia para la Zona Centro de Bogotá. Fue Gestora en la Universidad Pedagógica Nacional, se desempeñó como profesional de Planeación en la Alcaldía Local de Tunjuelito y fue miembro activo del Grupo de Investigación en Desarrollo Territorial Categoría C, de la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP.

karolinagudelo@gmail.com

Información adicional

CÓMO CITAR : Agudelo Hernández, Y. C. (2021). Problemas y desafíos en la localidad de Kennedy (Bogotá, Colombia). A&P Continuidad, 8(14). doi: https://doi.org/10.35305/23626097v8i14.309

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